El despertar de tu divinidad
Un león tiene pisando con su pie a un ave, esa ave es un águila.
El águila esta tan temple y pasiva mientras el león está inquieto con su respiración agitada; el
somete y aplasta con todo el peso de su furia, aquello que le parece desconocido y le crea
confusión.
El actúa con impulso, es salvaje; no controla sus emociones.
Sus pensamientos son incontrolados, su angustia le despierta el deseo probable de consumirlo y
disolverlo con sus quijadas. El pobre león solo enfoca en el sentimiento de angustia y la sensación
de desesperación que le produce al ver ese extraño cuerpo planear y volar sobre de él.
Su aleteo y planeo lo distrae de su sentido bestial, su sentido de caza.
Para él, eso que aletea a su alrededor por el cielo es desconocido, lo siente como una amenaza.
El león mira al águila a los ojos y ella le responde con una mirada profunda, comienza a descender
la respiración agitada del felino angustiado y se da cuenta a través de la conexión de miradas que
no pierde nada soltándolo, percibe su mirada frágil, desinteresada y honesta.
El da un paso hacia atrás y la suelta; El águila extiende sus alas y se eleva posándose a dos metros
de altura, de frente manteniéndose suspendida en su vuelo:
“Soy tu visión mas elevada, hombre desesperado y angustiado por tu propia vulnerabilidad,
desconfiado. Me detuviste el tiempo que has creído necesario para integrar tus propias
El león comienza a transformarse en una mujer desnuda, con cabello recogido, en posición de
feto, ocultando su rostro.
El águila toma unos segundos en silencio mantenido firme su vuelo suspendido frente a la mujer.
Ella comienza a levantarse suavemente y mira la transformación que ha tenido, contempla aquello
en lo que se ha convertido y en lo que realmente es.
El águila nuevamente habla:
" Observa con claridad, con detenimiento tu presencia infinita, pura y auténtica; la revelación de
La mujer emite un brillo desde su interior y eleva su brazo hacia la parte posterior de su cabeza
para soltar su melena, cerrando sus ojos; entregada a ese instante sin tiempo. Suelta su cabello y
este comienza a extenderse como ramas fusionándose con la inmensidad del universo y la belleza
de cada constelación.
“Este es el símbolo de la confianza, aceptación y reconocimiento de Tu Ser divino. El despertar de
inseguridades y darte cuenta que tu y yo somos lo mismo"
Tu Ser divino con la expresión expandida, libre y transparente"
tu propia divinidad"
El águila vuela colocándose sobre su cabeza con sus alas extendidas y la mujer extiende sus brazos
dejando al desnudo la llama de su corazón.
“Siente y se testigo de tu fusión con la totalidad, Soy Tu Visión más elevada integrada ahora en ti,
se abren las puertas de tus propios templos accesando a la información esencial de tu verdadera
naturaleza. Somos uno, hombre... mujer, extensión divina de la fuente infinita del Amor"
Eres libre...Eres tú, tal como has sido creado, un Ser divino; Ser único y completo.
Escrito y canalizado por Dalha
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